viernes, 1 de enero de 2010

Experimentos fallidos

No sería ajustado a la realidad, si no hablara de los experimentos fallidos, algunos sí sé porqué, otros, seguiré probando.
Tomates secos: los dejé demasiado tiempo, en muchos lugares he leído que las comidas no se queman, no es del todo cierto, porque yo cojí los tomates que puse como carboncillos. Seguiré en el intento. Aunque salen bien sin necesidad del horno en agosto a pleno sol, pensé que en otras épocas también se podrían secar con ayuda de mi horno.
Arroz: para controlar el grado de cocción es muy difícil, debo consultar un libro que tengo que se llama
Cocinar con una pizca de ciencia
, para ver la cantidad exacta de líquido que debo poner según quiera el tipo de arroz (caldoso, seco, cremoso...), esto de los arroces es más complicado.
Pasta: Digo lo mismo que con el arroz. Aunque se me ocurre consultar algún manual de cocina de los robots estos que cocinan programándolos y poniéndole todos los ingredientes juntos a ver si me funciona.
Magdalenas: Como las meto una a una, mientras termino de meterlas se me ha ido el calor y tarda mucho en recuperarlo, no me vale esta técnica a no ser que las meta todas de golpe ya situadas en una bandeja y deje poco rato el horno abierto. Las magdalenas requieren el horno fuerte al principio de la cocción para que suban.
Garbanzos: requieren de mucho tiempo y cuando llega la hora de comer aún están duros. Se me ocurre: Guisarlos en 2 dias si aún no está el sol muy fuerte y ponerlos como mínimo 12 horas en agua.

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