jueves, 26 de noviembre de 2009

Recomendaciones prácticas 1

Voy a hablar desde mi experiencia con esta cocina de acumulación.
-No se dan condiciones óptimas para la fritura (se deben alcanzar fácilmente 180ºC y aunque los alcance, si abrimos el horno ésta desciende rápidamente), dejemos pues los fritos para cuando no haga sol (días nublados, noches).
-Cuando cocinemos, vigilar la orientación del sol , nos puede servir para regular la temperatura, tanto para subirla como para tener en cuenta cuándo queremos que empiece a cocinar, podemos hacer marcas en el suelo (un día que estemos en casa) y ajustar la posición del horno algún día que no vayamos a estar.
-No abrir mucho la puerta, el calor se pierde fácilmente y volver a recuperarlo nos puede llevar un tiempo.
-Cuando abramos para vigilar la comida y observemos que el cristal está empañado, aprovechar para secarlo, ya que las gotas de la condensación del agua dificultan la captación de energía.
-Si limpiamos el cristal, tenemos que tener en cuenta que los productos de limpieza pueden acabar en nuestra comida si ésta está destapada.
-Usar siempre agarradores para coger los recipientes, os aseguro que queman.
-Se recomienda siempre usar en este tipo de cocinas ollas de color negro, yo he probado con otros materiales y también me va bien. La sartén de hierro es lo mejor por ejemplo si no queremos que nuestras tortillas se peguen. Los bizcochos o empanadas se sacan mejor si los pongo en un molde de cristal engrasado, hay también tapaderas para este tipo de recipientes, que acelerarían la cocción.
-Los materiales de agarre de ollas o sartenes no deben ser de plástico, se pueden fundir con las altas temperaturas.
-Si el día se estropea y nos deja la comida a medias, terminar con los métodos convencionales.
-Yo practico también un tipo de cocina mixta para mejorar el resultado de mis comidas. Por ejemplo, la mermelada o el tomate frito quedan cocinados pero con exceso de líquido, evaporar ese exceso en pocos minutos al fuego da un acabado perfecto.
-Freír, dorar, saltear o gratinar suponen la exposición de los alimentos a un foco de calor (no a un calor homogéneo), para obtener estos resultados podemos dar ese toque de manera convencional (al fuego o al horno), pero el cocinado si que lo podemos realizar con el sol.
-Buscar recetas solares está muy bien, pero no esperemos a que alguien tenga que ponerle esa denominación a algo para poder guisarlo. Experimentemos con las recetas que normalmente hacemos en casa y veamos si eso se puede hacer (o no) con la energía solar.
Por hoy basta de recomendaciones prácticas, seguro que se me ocurren muchas más, también pido otras experiencias y así ampliar mis posibilidades. ¡Ánimo que el sol es de todos!

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